lunes, 25 de junio de 2018

Soneto de las alfareras

Un lunes de mayo, al rayar el día
un gorrión curioso se acerca al torno
sin que advierta nadie su cercanía,
la rueda girando; ardiendo el horno. 

La mañana amable luce y solea,
hay cántaros, huchas y bebederos;
marga maleable que todo moldea,
botijos, cuencos, jarros y morteros.  

Y la tarde pasa lenta en el alfar
entre corrillos de las chafarderas
que a la anochecida van a terminar. 

Ya marchan cantando por peteneras
después de sus manos lavar y lavar,
ya vuelven a casa, las alfareras.

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