sábado, 13 de febrero de 2016

Torta de Cuaresma


Torta festiva, de muchos matices de sabor, que recomiendo que se consuma al menos 24 horas después de haberla hecho, precisamente para que la mezcla de aromas se asiente.

He conocido algunas tortas de cuaresma en varios lugares, y más o menos son parecidas (mezcla de bizcocho con frutos secos, alguna fruta fresca y un licor) pero ésta es la que más me gustó, con diferencia, y es la que hago por esta época desde hace cuatro o cinco años. Tiene algo bueno, y es que tarda bastante en endurecerse. Sólo hay que protegerla con un plástico y se puede ir consumiendo tranquilamente durante la semana.

No os asustéis, lleva mucha cosa, pero no es complicada de hacer.

Ingredientes:

(Recomiendo que los ingredientes "de nevera" (mantequilla, huevos, leche) salgan de ésta al menos un par de horas antes de empezar)

450 gramos de harina de trigo
220 gramos de azúcar moreno (también llamado integral o de caña)
1 sobrecito de levadura química (polvo de hornear)
4 huevos
100 ml de miel
100 ml de leche
Medio vaso de ron (si es posible, ron dorado o añejo, y si no tenéis, blanco)
50 gramos de mantequilla, a temperatura ambiente, que esté blandita.
Cuatro cucharadas de uvas pasas sin hueso
Cuatro cucharadas de almendras crudas, un poco machacaditas, o en láminas.
Seis nueces peladas y también algo machacadas.
Dos cucharadas de piñones pelados
1 pera pelada y rallada
Una naranja, de la que separaremos la ralladura por un lado, y los gajos (recortando las partes blancas) por otro.
Una pizca de canela en polvo, otra de clavo molido, otra de sal y otra de nuez moscada rallada.


Elaboración:
(Paciencia, ¿eh?)

-Empezaremos encendiendo el horno para que tome temperatura, calor inferior, 150 grados.

-En una cazuelilla, vamos a poner el ron, la miel, las uvas pasas, los frutos secos y las especias (canela, clavo, sal y nuez moscada molida). La pondremos al fuego (más bien bajo), e iremos removiendo poco a poco con una cuchara de madera. Este es un momento de esos "diez" en los que la mezcla de aromas que emana de la cazuela, nos acerca a algo parecido a un clímax. Después de unos cinco minutos de remover, la apartaremos del fuego y la dejaremos enfriar.

-Rallaremos la pera (pelada) y la cáscara de la naranja, y partiremos la pulpa de ésta en trozos pequeñitos (por ejemplo, cada gajo en cuatro). Acordaos, y es importante, en retirar la capa blanca exterior de la naranja, ya que amarga su sabor.

-Batiremos con varillas (o varillas eléctricas) el azúcar, los huevos y la ralladura de la naranja, hasta que se forme una crema consistente.

-Añadiremos, sin dejar de batir, la leche y la mantequilla.

-Tamizaremos en un bol la harina y la levadura, mezclando bien ambas después con una cuchara.

-Sobre ella, añadiremos primero el batido de azúcar y huevos, a poquitos y removiendo despacio. Y finalmente, el contenido ya enfriado de la cazuelita de ron, frutos secos y especias.

-Una vez todo mezclado, lo volcaremos sobre una tartera previamente engrasada con un poco de mantequilla. La dejaremos reposar unos diez minutos, y al horno.

-Iremos mirando cómo sube (una media hora o algo más), y cuando esté ya dorada por arriba, abriremos con mucho cuidado y pincharemos en el centro  con un palillo, brocheta o aguja. Si sale seco, es que ya está hecha.

Es una torta que sabe mejor solita, sin mojar en el café, para saborear todos sus matices. Es húmeda y compacta. Deliciosa.

En alguna ocasión me han preguntado sobre la altura de los bizcochos, cakes y tortas. Bueno, eso depende del molde utilizado. En este caso, habiendo volcado la mezcla en un molde redondo de 26 cm de diámetro, ha salido con 8 de altura en su parte central. Si queréis que "suba menos", usad un molde más amplio, o más estrecho si queréis que suba más. Pero vamos, yo intento usar aquél en el que, al volcar la masa, me falte aún un par de centímetros para llegar al borde. Es mejor un bizcocho más bajo, que desbordado.