miércoles, 9 de mayo de 2018

Soneto al olvido


La digestión del olvido ha de ser calma,
masticando y degustando los bocados
del amor destilado desde el alma,
exprimiendo  los sabores entregados. 

La distancia ha de aumentarse lentamente
recordando y reviviendo lo gozado,
albergando esos momentos en la mente,
dando así bello sentido a lo pasado. 

Y sonreír, por haberlo conocido
y asimilar lo  que no se hizo viable;
sólo así vale la pena lo sentido. 

Y esperar un nuevo amor, en lo probable
y mirar hacia adelante, rostro erguido
conservando aquella historia memorable.

 

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