viernes, 27 de marzo de 2015

Deseándote al alba

Deseándote al alba
Hoy amaneció; desperté adherida a ti
Mis sábanas blancas fueron testigo
Prendida en tu pecho, aplacada y feliz
Mis ojos cerrados amando contigo
Sintiendo tu rostro tan cerca de mi
Embriagado en paz, sereno, tranquilo.


Tu cara sedosa y curtida en mil batallas
Nariz caprichosa y labios suculentos
Ojos profundos, cejas delineadas
Que besaron mis cejas en roces de deseo
No puedo creerlo, estás aquí, mi alma
Dime que es verdad, dime que es tu cuerpo.


Riadas de placer, dicha y agonía
Tu cuerpo vibrante y colmado de fuego
¡¡me extasiaste entera, dulce vida mía!!!
Te dejé la huella de mis ardientes besos
Que frenéticamente tu cuerpo recorrían
Mojados en lujuria, pasión y embeleso.


Besé lentamente, con ansia y pericia
Todos los poros de tu piel deseada
Sentí cómo vibrabas al son de mis caricias
Frenesí infinito que desbordó mi cama
Cabellos revueltos, rabia incontenida
Yo te devoraba; tú me suplicabas.


Respiraste profundo, sonriente y en calma
Abriste los ojos, tocaste mi pelo
No hizo falta ya que tus labios hablaran
Lo decían todo tus ojos de cielo.
Un mar de gratitud y regocijo al alba
Y ambos supimos que sería eterno.


Sigilosamente me acerqué a tu espalda
Trémula y ansiosa, vigorosa y cálida
Mis manos temblaban apenas rozándola
Preparando el nido para otra dádiva
De edén de fluidos y secretas palabras
Palabras que hoy ya no serían válidas.


Y surges en mi alcoba, y tendido en mi cama
Hierves al amor de caricias evocadas
Eres la pasión y la ternura añoradas
El sueño que alimenta esta sedienta alma
Que cada día espera entre sábanas blancas
Y anhela de nuevo compartirte al alba.


No hay comentarios:

Publicar un comentario