jueves, 6 de octubre de 2016

El perro que me amó


Ya quisiera, la canela
tu color áureo lograr
y al sol ya le gustaría
como tus ojos, brillar.
Que como tú me miraras
nadie me miró jamás,
que como tú me quisiste
nunca nadie me querrá.

Desearía, la alegría
aprender de ti a jugar
y el alba, darme la calma
que tú me supiste dar.
Ninguna bandera al viento
podrá llegar a ondear
con la fuerza que tú hacías
tu larga cola agitar.

Ni todas las sirenas juntas
cantando en coro a la par
conseguirían unidas
a tu ladrido igualar.
Y podrán pasar los años
que yo no podré olvidar
nuestra linda sincronía
para reír y llorar.

Unísonos de ternura,
simbiosis de fidelidad,
embelesos de amorcito,
cúspides de lealtad,
apoteosis de gozo,
cumbres de jocosidad,
plenitud de calorcito.
Mi perro: Mi felicidad.


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