martes, 16 de febrero de 2021

Mil campanas

No sonaron mil campanas

ni cantaron ruiseñores.

No fue igual, ni fue distinto

el reencuentro deseado.

 

Aunque apretaran las ganas,

los nervios y la impaciencia

por volver a emborracharme

del maná de tu mirada,

de tu risa deliciosa

y del calor de tus brazos.

No fue tanta, la avalancha

de pasiones y apetitos

como hube vaticinado.

Si acaso, alguna caricia

más nostálgica que cierta

y algún beso de cumplido

que me supo a despedida.

No quedaba en nuestros cuerpos

ninguna deuda pendiente

ni en las palabras, promesas,

ni temblor en nuestras manos.

Solo en el alma ceniza

donde antaño hubiera fuego.

 

No sonaron mil campanas

ni cantaron ruiseñores.

No fue igual, ni fue distinto

el reencuentro deseado.


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