Quiero hacer de tu existencia
un cóctel de colorines
pastelitos de esperanza,
locura de carnaval.
Que todos los días sea fiesta
y descanses cada noche
que no padezcas, ni sufras
dolor ni desasosiego.
Que abraces las ilusiones
y vuelva el amanecer
limpio de nubes y males
a tus ojos de muñeco.
Que te aferres a la vida
y olvides la enfermedad
que tanto te desconcierta,
que te envuelve en afecciones
y que pronto pasará.
Que celebres cada paso
de tu recuperación
con risas y esparcimiento,
con júbilo y alborozo.
Que te embriague el optimismo
y cantes con alegría
bailando de felicidad,
en una saludable danza
sintiéndote mucho mejor.
Y que en esa mejoría,
contagiado de tu gozo,
aumente también mi agrado
por verte contento y fuerte,
entusiasmado y alegre.
Emprendiendo desde cero,
aprovechando tu infancia,
comiéndote otra vez el mundo
y superándolo todo,
como siempre debió ser.
Pues es la vida de un niño
locura de carnaval.
PUes ya he estado aquí y lo he leído y me he sentido tan cerca de ti al leerlo. Qué lindos tu poema y tu blog, Irisada!
ResponderEliminarCris
Me encanta verte acá, Chitina. Aportas prestigio allá donde entras. Mil besos.
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