Esta receta se puede considerar un plato completo en toda
su elaboración. Contiene proteína (Legumbre, arroz integral y opcionalmente,
huevo), verduras e hidratos de carbono (legumbre y arroz). Las hojas de
remolacha aportan, además, minerales como hierro, ácido fólico, flavonoides y
silicio, aparte de ser diuréticas y alcalinizantes, lo que les aporta
cualidades depurativas del hígado y anticancerígenas.
Es también una receta de
aprovechamiento, ya que se elabora con las hojas de la remolacha, pudiendo utilizar
los tubérculos para otro plato, o para una ensalada. Sorprende, además, por lo
dulce y por ser digestiva, a la par que suave al paladar, aunque consigue que
nos sintamos llenos durante bastantes horas. Con una fruta de postre que tenga
vitamina C (para asimilar el hierro de las lentejas), como naranja, mandarina,
fresas o cerezas, es un plato único, completo y muy saciante.
Bueno, no se la pidáis a San Google,
porque no la váis a encontrar. Es de mi cosecha.
Ingredientes:
200 Gramos de lenteja pardina
(pequeña)
50 Gramos de arroz integral
Un manojo de remolachas (sólo
usaremos las hojas y los tallos)
Una cebolla pequeña, pelada
Dos dientes de ajo, pelados
Un tomate, pelado
Una copita de jerez dulce
Una copita de vino blanco
En un par de cucharadas de aceite de
oliva, haremos un sofrito previo con la cebolla, los dientes de ajo, el laurel
y los tallos de remolacha lavados, todo ello picado.
Escogeremos tres o cuatro hojas del
manojo, a ser posible las más "bonitas" y firmes, las lavaremos bajo
el grifo, y las picaremos.
Una vez que veamos la cebolla
transparente, añadiremos el tomate picado o rallado, y daremos unas vueltas con
una cuchara de madera.
Posteriormente sumaremos al sofrito
las lentejas (yo siempre las lavo previamente en un colador, para eliminar
posible polvo o tierra), el arroz, el vino y el jerez, y las hojas de las
remolachas. Guardaremos los tubérculos para otra receta.
Cubriremos de agua. La cantidad ha
de ser el triple en volumen que la legumbre y el arroz juntos. Por ejemplo, si
éstos juntos ocupan una taza, de agua
echaremos tres.
Salaremos y pondremos a guisar. Si
la olla es a presión, calcularemos el tiempo que nos diga en las instrucciones.
Si lo queréis hacer a fuego lento, calculad como para unas lentejas
"normales".
Ya sobre el plato servido, si lo
deseamos, podemos picar el huevo duro. Ésto es completamente opcional, ya que
la receta tiene un aporte de proteína bastante aceptable. Irá en gustos.
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