un gorrión curioso se acerca al torno
sin que advierta nadie su cercanía,
la rueda girando; ardiendo el horno.
La mañana amable luce y solea,
hay cántaros, huchas y bebederos;
marga maleable que todo moldea,
botijos, cuencos, jarros y morteros.
Y la tarde pasa lenta en el alfar
entre corrillos de las chafarderas
que a la anochecida van a terminar.
Ya marchan cantando por peteneras
después de sus manos lavar y lavar,
ya vuelven a casa, las alfareras.
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