no pude corresponder y sabes que lo siento,
he procurado entender tu desconsuelo,
con apósitos de cariño sobre tu herida.
No quiero toparme cada día con tu llanto,
tengo derecho a ilusionarme sin culpa
a apostar por el amor sin que bloquee nadie
los mejores días del afecto que florece.
He respetado que lloraras por mi ausencia
y en nombre de tu amistad que sí deseo
te he acompañado en el trance de perderme
sintiéndome tu amigo y confidente.
Que no te quiera como te hubiera gustado
no significa que no te quiera nada,
me duele tu dolor, mas no merezco
que lo estrelles en mi rostro cada día.
Va pasando el tiempo, y continúas
regando de lágrimas la carretera
que he decidido seguir junto a mi amada,
no me castigues más, pues nada he hecho.
Dices que pasará, pero no pasa
dices que estás mejor, pero padeces,
mientras no cierres página y reemprendas
yo tampoco seré capaz de emprender.
Ni merezco estar en tu mente cada instante,
ni mereces tú la frustración eterna,
has de levantarte y comenzar los pasos
que te permitan soltar lastres aflictivos.
Si no lo haces, te estás cerrando puertas,
si me piensas, truncas nuevos sentimientos
que no tienen por qué llegarte ahora
pero necesitan de tu corazón curado.
Soy feliz en esta nueva etapa
mas no me será plena en absoluto
si no veo que haces lo posible
por pasar las páginas caducas
de un romance que pudo ser sin serlo
donde nadie hizo promesas, a sabiendas
de que tarde o temprano el hoy vendría
y se llevaría nuestra historia de recuerdo.
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