Y en la mañana requiero
tu fascinante sonrisa,
ésa que me deja ausente
y me hace emprender la jornada
cantando clamorosamente,
devorando los minutos
en felicidad suprema.
Y que a la tarde, con calma
te apoyes en mi regazo
que acaricies mi cabello,
que te duermas al amor
del latido de mi pecho,
y él moderará su ritmo
para brindarte descanso.
Y al amanecer reclamo
mi derecho a despertar contigo,
a contar las últimas estrellas
antes de que llegue el alba.
hechizándote en su rutilar
y quiero, amor, que no te vayas
que estrenemos juntos los días
y esperemos juntos cada noche
contando los segundos del evento
como quien el año nuevo espera
con una alfombra de besos,
un séquito de caricias
y una pancarta gigante
que diga cuánto te quiero.
tu fascinante sonrisa,
ésa que me deja ausente
y me hace emprender la jornada
cantando clamorosamente,
devorando los minutos
en felicidad suprema.
Y que a la tarde, con calma
te apoyes en mi regazo
que acaricies mi cabello,
que te duermas al amor
del latido de mi pecho,
y él moderará su ritmo
para brindarte descanso.
Y al amanecer reclamo
mi derecho a despertar contigo,
a contar las últimas estrellas
antes de que llegue el alba.
hechizándote en su rutilar
y quiero, amor, que no te vayas
que estrenemos juntos los días
y esperemos juntos cada noche
contando los segundos del evento
como quien el año nuevo espera
con una alfombra de besos,
un séquito de caricias
y una pancarta gigante
que diga cuánto te quiero.
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