En
tus trenzas rezuma la primavera
y
en tus labios la miel que me desespera.
En
tus ojos deslumbran, cuando me miras
las
estrellas y el sol, y cuando suspiras
se
me enciende el sentido sobremanera,
te
habría dado, niña, la vida entera.
En
tu piel se reflejan anocheceres
prometiéndome,
a un tiempo, cien mil placeres.
En
tu silueta crecen eternidades
cometería
en ella barbaridades,
Y
es tu vientre, niña, todo locura
que
termina acabando con mi amargura.
Mas
el olvido quiere que te elimine
no
desea que, al fin, nuestro amor culmine
El
olvido pretende que yo te aparte
te
me lleva, quién sabe, a otra parte.
Tiene
celos de mí, porque te recuerdo
porque
en nuestra añoranza, aún me pierdo.
Y
te tengo presente, como lo estabas
cuando
tus trenzas, niña, yo acariciaba,
cuando
enloquecía en tu vientre loco,
cuando
me quemabas poquito a poco.
¡No
dejes que el olvido pueda contigo,
vuelve
a mi lado, niña, vuelve conmigo!
Irisada con qué dulzura dices las cosas,precioso "olvido"
ResponderEliminarLuna Llena
Es un placer verte aquí, corazón. Te envío un abrazo. Ponte cómoda.
Eliminar