Un día te darás cuenta
que el amor que te atormenta
pronto debe remitir,
y verás que esa amargura
no era amor, sino locura,
que hoy ceba tu sinvivir.
El sentir adolescente
es más corazón que mente
y ahora te hace sufrir.
La madurez pareciera
que jamás apareciera
y te puedes confundir.
Todavía eres muy niña,
en seguida te encariñas
y no sabes distinguir
que hasta en el querer hay
normas
con las que no te conformas
pero tienen que regir.
Deja que la propia vida
pueda, cerrando tu herida
enseñarte a ser feliz.
Disfruta tu adolescencia
y aprende, con la experiencia
a curtirte y decidir.
Ese dolor que te asusta
a este hombre no le gusta
y no es por rechazarte así.
Con tu as de corazones
en mi mano, hay razones
para prendarse de ti.
Pero él desea que crezcas,
que el transcurso lo merezca
y te fructifique a ti.
Te hablo desde el cariño
contándote que, de niño
eso mismo, lo viví.
Dejemos que el tiempo pase,
y que recorras sus fases:
Necesarias para ti.
Y pido a Dios, tras mi espera
que de nuevo tu alma quiera
enamorarse de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario